Presiono el do central, y un suspiro se me escapa, luego viene un la, que entra dulcemente, después un Fa, que fuertemente se me escapa entre los dedos, todo muy parecido a la historia de mi vida.
En el pentagrama plasmo un cansancio que se me viene encima, mezclado con el sabor de la noche que muy guapa ella se viste de azul, y el señor silencio no viene a platicar conmigo otra vez. Si cierro mis ojos puedo escuchar la respiración de los coches, y el palpitar de las horas, sin olvidar el sonido de las olas que cubren mis oídos.
Con mis dos manos toco las notas que se convierten en acordes, en ese viejo piano a veces triste, en ese piano que insiste en terminar de contar las historias que por necesidad; me niego a finalizar, pues no quiero saber el final.
Me voy para echarte de menos, me voy para volver de nuevo
Me voy para estar solo, me voy; por eso me voy, para echarte de menos
Estas tan cerca; casi tan cerca, que no puedo verte de lo cerca que estas
Tus manos ya no son manos, y pienso ahora en vano; que vuelvan para darme vida.
Me acuesto soñando un sueño; y me levanto con una frustración, la vida del soñador es una constante lucha, una calma, una tempestad, una lucha que se quiere ganar.
No sé a qué pueda sonar el pentagrama de mi vida ahorita, pero si sé que me gusta mucho el nuevo disco de Bebe... robaría algunas cosas de él ;)
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